Guías

  Trabajar con niños con déficit de atención e hiperactividad puede ser un desafío, pero con las pautas adecuadas, es posible ayudarles a mejorar su concentración y controlar su hiperactividad. Aquí hay algunas pautas que pueden ser útiles:

La técnica de respiración mindful, o atención plena, es una práctica que puede beneficiar tanto a padres como a hijos. La idea es dedicar un tiempo cada día para realizar respiraciones conscientes, ya sea de forma individual o juntos.

Para comenzar, es importante encontrar un lugar tranquilo y sin distracciones donde puedan sentarse cómodamente. Pueden hacerlo en el suelo, en una silla o en la cama, lo importante es que estén relajados.

A continuación, pueden cerrar los ojos suavemente y comenzar a prestar atención a su respiración. Pueden notar cómo el aire entra y sale de sus cuerpos, sintiendo el movimiento de su abdomen o el flujo del aire en sus fosas nasales.

Es normal que la mente se distraiga con pensamientos o preocupaciones, pero el objetivo es volver su atención a la respiración cada vez que esto ocurra. Pueden utilizar la frase “inhalar, exhalar” como un recordatorio para mantener el enfoque.

Pueden realizar esta práctica durante unos minutos al principio, e ir aumentando gradualmente la duración a medida que se sientan más cómodos. No es necesario que sean largas sesiones, incluso unos minutos al día pueden marcar la diferencia.

Hacer esta práctica juntos puede fortalecer el vínculo entre padres e hijos, y también les enseña a ambos a estar presentes en el momento y a manejar el estrés de manera más efectiva.

Recuerden que la técnica de respiración mindful es una herramienta que pueden utilizar en cualquier momento del día, no solo durante la práctica formal. Pueden hacer una pausa y tomar algunas respiraciones conscientes cuando se sientan estresados o abrumados, para volver a conectarse con el presente y encontrar calma.

¡Disfruten de esta práctica juntos y experimenten los beneficios de la respiración mindful en su vida diaria!

Crianza positiva: La crianza positiva es un enfoque de crianza basado en el respeto, la empatía y la comunicación efectiva, que busca promover el desarrollo emocional y social saludable de los niños.

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